El funeral del Papa Francisco: una despedida entre el pueblo
La comunidad católica despidió al Papa Francisco en un funeral caracterizado por su sencillez y cercanía con la gente, en consonancia con su legado pastoral. El 25 de abril, en una ceremonia emotiva, Jorge Mario Bergoglio fue sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, a unos 6 kilómetros de distancia del Vaticano.
Un adiós sencillo para un líder cercano
Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro para rendir homenaje a quien será recordado como “el Papa del pueblo”. Tal como había expresado en vida, Francisco pidió un funeral austero. Durante el rito, presidido por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, se evitó toda pompa excesiva.
La misa se desarrolló entre mandatarios de todo el mundo y miembros de las casas reales Europeas, así como cardenales y religiosos, posteriormente se realizó un recorrido por las calles romanas hasta dónde será la última morada del papa.
Reflexiones sobre un legado imborrable
El funeral de Francisco no solo fue una ceremonia de despedida, sino un acto que sintetizó su mensaje de vida: cercanía con los más vulnerables, defensa de la justicia social y reforma interna de la Iglesia. Las banderas argentinas y pancartas de agradecimiento recordaron su origen latinoamericano y su esfuerzo por acercar el Vaticano a las realidades cotidianas del mundo.
