El 28 de abril, un apagón de gran magnitud dejó sin electricidad a diversas zonas de España y Portugal, afectando tanto áreas urbanas como rurales. Madrid, Barcelona, Lisboa y Oporto figuran entre las ciudades más impactadas. Las autoridades investigan las causas mientras miles de personas reportaron la falla simultáneamente en redes sociales.

El corte eléctrico ocurrió de manera repentina y generó interrupciones importantes en actividades cotidianas.
Impacto inmediato en las principales ciudades
El apagón provocó:
- Suspensión de operaciones en sistemas de transporte público como el metro.
- Problemas en el funcionamiento de semáforos y tráfico urbano.
- Reportes de afectaciones generalizadas en servicios básicos.
El fenómeno sorprendió por su extensión y rapidez, generando confusión en las principales capitales. Aunque el servicio comenzó a restablecerse horas después, algunas zonas siguen experimentando inestabilidad eléctrica.
Investigaciones preliminares y respuesta oficial
Las autoridades de España y Portugal informaron que todavía no se ha identificado la causa del apagón. Se investigan múltiples hipótesis, pero no se han confirmado detalles sobre fallos técnicos o posibles ciberataques.
Los gobiernos pidieron calma a la población y anunciaron que próximamente publicarán informes detallados. Por ahora, se descarta que el apagón haya provocado víctimas.
El apagón afectó de forma directa a los sistemas de transporte en varias ciudades. En Madrid y Lisboa, el servicio de metro fue suspendido temporalmente, provocando interrupciones en los desplazamientos diarios de miles de usuarios.
Asimismo, se registraron fallos en los semáforos de las principales vías urbanas, generando caos vehicular y retrasos significativos en la movilidad dentro de las capitales. Las afectaciones en el tráfico y en el transporte público alteraron las actividades comerciales y laborales en zonas céntricas, aunque no se han cuantificado todavía las posibles pérdidas económicas derivadas del corte de energía.
El apagón masivo evidenció la vulnerabilidad del suministro eléctrico en la región. Con las investigaciones aún en curso, persisten las dudas sobre las causas de este incidente que afectó gravemente la vida cotidiana en España y Portugal.