Unidad, sobriedad y tradición: claves del escudo y lema papal
El Vaticano publicó oficialmente el escudo de armas y lema del Papa León XIV, junto a su primera fotografía oficial, tomada en la Capilla Paulina. Con un estilo contenido y profundamente simbólico, el nuevo pontífice inició su camino espiritual sin estridencias, pero con gestos cargados de significado.

El escudo papal conserva el diseño de su época episcopal: dividido diagonalmente, con un lirio blanco sobre fondo azul, símbolo de pureza y entrega, y un corazón atravesado por una flecha sobre un libro cerrado, evocando las Confesiones de San Agustín y su famosa frase “Has traspasado mi corazón con tu Palabra”.
El lema elegido, “In Illo uno unum” (En el único, uno), tomado de San Agustín, subraya su compromiso con la comunión eclesial. La frase sintetiza su visión de una Iglesia unificada en Cristo, tema recurrente en su trayectoria como agustino y cardenal.
Una cruz con reliquias y una imagen sin ornamentos
En su primera aparición, León XIV portó una cruz pectoral con reliquias de cinco figuras clave: San Agustín, Santa Mónica, Santo Tomás de Villanueva, Anselmo Polanco y Bartolomeo Menochio. Este objeto no proviene del tesoro vaticano, sino que fue un regalo personal de su comunidad agustiniana.
La fotografía oficial, sin mitra ni trono, retrata al Papa de pie en oración, iluminado por una luz tenue. Su atuendo sencillo y la estola tradicional refuerzan un mensaje claro: más que una figura de poder, León XIV se presenta como pastor espiritual.
Más allá de la estética, el Papa León XIV ha elegido símbolos que expresan su vocación agustiniana, centrada en la unidad, la oración y el servicio. Este inicio, sobrio pero profundamente intencional, plantea una dirección pastoral que privilegia la interioridad sobre lo espectacular. El mensaje es claro: una Iglesia que se construye desde lo esencial.