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¿Qué líderes mundiales se reunirán en el Vaticano para la asunción del primer papa estadounidense?

La Ciudad del Vaticano se prepara para recibir este domingo 18 de mayo a líderes y delegaciones de todo el mundo en la ceremonia de entronización del Papa León XIV, primer pontífice de origen estadounidense con doble nacionalidad peruana, donde recibirá el palio y el anillo del pescador, símbolos del poder papal.

Evento de impacto global

Entre las principales figuras confirmadas destaca el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien encabezará la delegación norteamericana acompañado por su esposa Usha Vance y el secretario de Estado Marco Rubio. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó que “el presidente está muy orgulloso de contar con un papa estadounidense”, reflejando la relevancia histórica de la elección de Robert Francis Prevost, quien asumió como León XIV el pasado 8 de mayo.

Desde Israel, el presidente Isaac Herzog confirmó su asistencia, un gesto interpretado como un intento de mejorar las relaciones con la Santa Sede. Por su parte, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, obtuvo autorización del Congreso para asistir, destacando los casi cuarenta años de labor pastoral que el nuevo Papa ejerció en su país. Durante su ausencia, Boluarte seguirá al frente del Ejecutivo “a través de tecnologías digitales” por la falta de vicepresidentes en su gabinete.

Representación internacional y ausencias notables

La lista de asistentes incluye también al presidente de Colombia, Gustavo Petro; los reyes de España, Felipe VI y Letizia; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente de Paraguay, Santiago Peña; y el ministro de Cultura de Corea del Sur, Yoo In-chon. Sin embargo, el presidente argentino Javier Milei canceló su viaje por coincidir con las elecciones legislativas en Buenos Aires, aunque enviará una comitiva oficial en su representación.

La ceremonia, que congregará a más de 250 mil personas según estimaciones oficiales, ha activado un operativo de seguridad sin precedentes con más de 5 mil agentes, soldados, francotiradores en los tejados y vigilancia aérea mediante drones, estableciéndose incluso una zona de exclusión aérea sobre el Vaticano y parte de Roma.