México recuperó un valioso fragmento de panel maya de más de mil años de antigüedad, que fue entregado oficialmente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en una ceremonia realizada en el Museo Nacional de Arte Mexicano (NMMA) en Chicago. La pieza, tallada en piedra caliza y perteneciente al periodo clásico maya (600-900 d.C.), representa un importante logro en los esfuerzos de repatriación de patrimonio cultural mexicano que se encontraba en el extranjero.

Una pieza con historia milenaria
El bajorrelieve, de 1.20 metros de altura, muestra una figura con una elaborada máscara y un tocado ceremonial, con las manos extendidas en un gesto que sugiere comunicación o diálogo. Los especialistas del INAH han identificado que proviene de la región Puuc, entre los actuales estados de Campeche y Yucatán. La escultura corresponde al lado izquierdo de un panel que originalmente contenía dos figuras enfrentadas, siendo desconocido el paradero de su contraparte. La pieza formó parte de exhibiciones en importantes museos estadounidenses durante las décadas de 1960 y 1970, como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y el Museo de Brooklyn, antes de pasar a la colección privada de la familia Sullivan en 1988.
El proceso de repatriación: ejemplo de cooperación cultural
La devolución fue posible gracias a la decisión de los herederos de Jeanne y Joseph Sullivan, quienes contactaron al NMMA buscando ayuda para retornar el fragmento a su país de origen. A pesar de que la pieza se encontraba legalmente en Estados Unidos y contaba con toda la documentación necesaria, los actuales propietarios reconocieron que “es un momento histórico diferente en el que el patrimonio cultural se ve de otra manera”, según explicó Cesáreo Moreno, director de Artes Visuales del NMMA. El convenio para la repatriación se firmó en febrero de 2025 en Torreón, Coahuila, durante el lanzamiento de una exposición conjunta entre el INAH y el NMMA.
El regreso de esta pieza representa no solo la recuperación de un objeto arqueológico valioso, sino un importante avance en el reconocimiento internacional del derecho de México a preservar su patrimonio cultural. Diego Prieto, director del INAH, destacó durante la ceremonia de entrega que la pieza permanecerá en exhibición en el NMMA al menos un año antes de viajar a México, con el objetivo de que las comunidades mexicanas y latinas en Estados Unidos puedan apreciarla y comprender la importancia de combatir el tráfico ilegal de bienes culturales. Este caso se suma a los más de 900 objetos arqueológicos que México ha recuperado en los últimos años, reforzando su posición como defensor activo del patrimonio histórico.