El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aprobó por unanimidad la construcción del sistema de cablebús en Puebla, confirmó el jueves 22 de mayo el gobernador Alejandro Armenta. La autorización representa un hito histórico tras años de controversias por proyectos anteriores que afectaron gravemente el patrimonio histórico estatal, generando conflictos legales millonarios entre el gobierno local y las autoridades federales de protección cultural.
Proyecto estratégico recibe luz verde tras rigurosa evaluación
El mandatario poblano destacó que la aprobación llegó el miércoles 21 de mayo, junto con el permiso para construir la Universidad del Deporte en el Estadio Olímpico Ignacio Zaragoza. Ambos proyectos requerían autorización especial al ubicarse en zonas monumentales protegidas del centro histórico poblano. La decisión marca un contraste radical con administraciones pasadas que enfrentaron serios conflictos legales por destruir edificios históricos durante la construcción del teleférico.
El INAH había establecido como condición fundamental que la trayectoria del cablebús corriera por fuera de los límites de la Zona de Monumentos, requisito que fue incorporado meticulosamente al diseño final del proyecto. Esta medida garantiza la preservación del patrimonio cultural poblano mientras se desarrolla infraestructura de movilidad moderna.
3 líneas conectarán zonas estratégicas respetando finanzas públicas
El ambicioso sistema contempla tres rutas principales que revolucionarán la movilidad urbana: La Resurrección-Casa Aguayo, Bulevar 5 de Mayo-La Carmela, y La Paz-Angelópolis. La primera línea llegará hasta el centro histórico mediante un diseño que respeta completamente las disposiciones del INAH. El proyecto busca mejorar sustancialmente la conectividad urbana sin comprometer las finanzas estatales, diferenciándose categóricamente de obras anteriores que generaron gastos millonarios mensuales como el Teleférico, el Museo del Barroco y el Centro Integral de Servicios.
Armenta enfatizó que su gobierno opera bajo principios bioéticos de la Cuarta Transformación, priorizando el cumplimiento legal estricto y la protección integral del patrimonio cultural.
