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Capilla Sixtina emite fumata negra: sigue la espera del nuevo Papa

El Vaticano anunció fumatas a las 12:00 y 7:00 p.m., aunque hoy hubo un retraso de dos horas.

A 17 días desde la muerte del Papa Francisco, se llevó a cabo el inicio del cónclave, donde 133 cardenales provenientes de 71 países, se reunieron en la Capilla Sixtina alrededor de las 5 de la tarde, hora de Italia, para elegir un nuevo sucesor.

Capilla Sixtina fumata negra nuevo Papa

Los cardenales iniciaron el día con una misa y posteriormente se trasladaron a la Capilla Sixtina donde después de 3 horas 12 minutos, los elegidos para nombrar al Papa número 267, emitieron sus votos. La fumata color negro pintó el cielo romano, avisando así ante los ojos de miles de espectadores que rodeaban el recinto que el día de hoy el vaticano aún no cuenta con un Papa, pero mantiene la esperanza de que en los próximos días el nuevo pontífice sea nombrado.

Comunicación restringida: regla clave del cónclave

Cabe destacar que pocas horas antes del cónclave, la señal de telecomunicaciones se restringió en la Plaza de San Pedro, tanto para cardenales como para todos aquellos que estuvieran cerca, con el fin de mantener una de las principales reglas del cónclave, la nula interacción entre los votantes y el exterior.

Tras esta primera sesión, el Vaticano ha informado que las fumatas serán emitidas en dos horarios, a las 12:00 y las 7:00pm hora de Italia, sin embargo, debido a la cantidad de electores, este miércoles la primera fumata se ha demorado por lo menos 2 horas más de las previstas. 

El reto de elegir al Papa y su rol como líder global

Para lograr que un cardenal pueda lograr la victoria en estas elecciones debe contar con dos tercios del total de los dignatarios eclesiásticos, es decir, 89 votos, sin embargo esto se complica debido a la poca interacción y conocimiento entre el Colegio Cardenalicio.

A pesar de que esta elección afecta directamente a la iglesia católica, es importante recalcar que los Papas toman un papel crucial, ya que además de ser un líder espiritual y moral, se vuelve el jefe del Estado, por lo cual, este representa a la Ciudad del Vaticano ante las Naciones Unidas y el mundo.