La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, participa en la Cumbre del G7 en Canadá, donde se discuten temas clave como el conflicto entre Israel e Irán y la guerra en Ucrania. Su encuentro con Donald Trump marca un momento político relevante en su agenda internacional.
Un G7 tenso por conflictos globales
La cumbre se desarrolla en Kananaskis, Canadá, bajo un clima de creciente tensión internacional. El foco inmediato es el conflicto entre Israel e Irán, tras recientes ataques israelíes al programa nuclear iraní. Además, los líderes del G7, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, buscan aumentar la presión diplomática sobre Rusia para lograr un alto el fuego en Ucrania. Mark Carney, primer ministro anfitrión, impulsa un llamado conjunto a la “desescalada” regional. El regreso de Donald Trump al escenario internacional añade un elemento de incertidumbre en las relaciones multilaterales.
Temas clave en la agenda del G7:
- Paz en Medio Oriente
- Apoyo a Ucrania
- Reforma de relaciones comerciales globales
México irrumpe con agenda propia en el G7
Aunque México no es miembro permanente, Sheinbaum asiste como invitada especial, junto a India y Brasil. Su presencia refleja un esfuerzo por posicionarse en la diplomacia económica y de seguridad global. Entre sus actividades destaca una reunión bilateral con Trump, enfocada en comercio, migración y seguridad regional. También se reunirá con líderes como Narendra Modi y Friedrich Merz, y participará en sesiones sobre paz global.
La mandataria viaja con una delegación de alto nivel, incluyendo a los titulares de Economía, Hacienda, Seguridad y Relaciones Exteriores. Durante su paso por Calgary, sostuvo un primer diálogo con empresarios canadienses, en busca de nuevas inversiones para el “Plan México”.
La participación de Sheinbaum en el G7 marca un punto de inflexión en su política exterior. Su interacción con Trump y otros líderes podría redefinir el papel de México en los foros multilaterales y en el equilibrio político regional.
