Tras décadas de incertidumbre, astrónomos lograron rastrear la llamada materia perdida del universo, un componente esencial pero hasta ahora invisible. Utilizando señales cósmicas conocidas como ráfagas rápidas de radio, identificaron su ubicación y distribución en el espacio intergaláctico.

¿Dónde estaba la materia bariónica faltante?
Más del 75% de la materia ordinaria del universo no se encontraba en galaxias, sino dispersa como gas caliente y tenue entre ellas. Esta materia bariónica, compuesta por protones y neutrones, representa la base de todo lo visible, desde estrellas hasta seres humanos.
El hallazgo fue posible gracias al análisis de 69 ráfagas rápidas de radio (FRB), señales que atraviesan miles de millones de años luz. Al observar cómo estas señales se ralentizan al interactuar con el gas, los científicos determinaron la masa presente en ese “desierto cósmico”.
Según el investigador Liam Connor, estas FRB funcionan como linternas que iluminan la red cósmica. El gas detectado no forma estructuras visibles, pero su efecto sobre la luz permite estimar su cantidad y ubicación con notable precisión.
Un avance clave en cosmología observacional
Los resultados indican que la materia ordinaria se reparte así:
- 76% en el medio intergaláctico
- 15% en halos gaseosos alrededor de galaxias
- 9% en estrellas o gas interno
Estos datos confirman predicciones previas basadas en simulaciones, pero que carecían de evidencia empírica.
El descubrimiento redefine cómo entendemos la estructura a gran escala del universo. Además, permite mejorar modelos de evolución galáctica, ya que muchos procesos como supernovas o agujeros negros expulsan materia hacia el espacio profundo.
Este hallazgo representa un hito en la astronomía moderna. Más allá de resolver un misterio de larga data, abre la puerta a nuevas investigaciones sobre el comportamiento de la materia y la energía en escalas cósmicas aún inexploradas.