Una fecha simbólica que une al mundo con la literatura
El 23 de abril, reconocido como el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, no es una elección aleatoria. Esta fecha conmemora el fallecimiento de tres íconos de la literatura: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. La UNESCO la instauró en 1995 con el propósito de rendir homenaje al libro como puente entre culturas, generaciones e ideas.

A nivel internacional, esta jornada también busca promover la protección de los derechos de autor, esenciales para el desarrollo de la creación intelectual y el acceso justo a la información.
Obras más leídas y el desafío del acceso equitativo
Entre los libros más vendidos y leídos a lo largo de la historia destacan:
- Don Quijote de la Mancha, de Cervantes
- Harry Potter, de J.K. Rowling
- El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry
La celebración de este día resalta también las desigualdades en el acceso a la lectura, especialmente en países donde el analfabetismo y la falta de infraestructura educativa siguen siendo retos. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), es fundamental fortalecer las políticas públicas que garanticen el derecho a la cultura escrita, en todos los rincones del país.
Leer como acto de libertad y equidad
El Día del Libro no sólo homenajea a los autores, sino que también reafirma el papel transformador de la lectura en la sociedad. Promover el hábito lector, proteger la propiedad intelectual y democratizar el acceso al conocimiento son compromisos urgentes en tiempos donde la información es poder.