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La ONU alerta que Gaza se encamina a una hambruna masiva

Camiones saqueados, rutas inseguras y hospitales sin combustible agravan la crisis; civiles caminan por comida.

El norte de Gaza se enfrenta a una catástrofe humanitaria aguda. Aunque los convoyes de ayuda humanitaria logran entrar en ciertas zonas, los civiles atrapados en el norte sobreviven sin alimentos, agua potable ni atención médica básica, en lo que la ONU ya considera una situación insostenible. Las condiciones empeoran cada día y la comunidad internacional observa con creciente preocupación.

Convoyes detenidos y civiles atrapados

Desde que Israel intensificó sus operaciones militares en mayo, el flujo de ayuda se redujo drásticamente, especialmente hacia el norte. Pese a los esfuerzos de Naciones Unidas y agencias como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), los pasos fronterizos permanecen cerrados o bloqueados por razones logísticas y de seguridad.

El informe del New York Times revela que los camiones son saqueados, sus rutas no están garantizadas y los conductores temen ataques. Muchos caminan durante horas solo para conseguir un poco de pan o agua, arriesgando sus vidas entre los escombros. El suministro de combustible también es crítico, afectando incluso a los hospitales que operan en condiciones mínimas.

La ONU exige acceso humanitario inmediato

Representantes de la ONU y organizaciones internacionales advierten que, si el bloqueo no se levanta pronto, el norte de Gaza podría caer en una hambruna masiva. Además, señalan que los niños están muriendo por desnutrición, y los hospitales colapsan ante la falta de medicamentos y combustible.

  • El 100% de la población en Gaza padece inseguridad alimentaria.
  • La mayoría de los camiones con ayuda nunca llegan a su destino.
  • La distribución interna es casi imposible por el conflicto activo.
  • Se requieren corredores humanitarios seguros, sostenidos y verificables.

Lo que ocurre en Gaza ya no es solo un conflicto armado, sino una crisis de supervivencia. La parálisis humanitaria amenaza con transformarse en una tragedia irreversible. El tiempo se agota, y con él, la esperanza de evitar una hambruna masiva que ya se siente en cada calle del norte del enclave. La presión diplomática global será crucial para evitar una catástrofe aún mayor.