En una final que ya es parte de la historia del tenis, Carlos Alcaraz superó todas las adversidades para proclamarse campeón de Roland Garros 2025. El murciano, con apenas 22 años, venció a Jannik Sinner en cinco sets y se convirtió en leyenda viva tras levantar tres match points en contra.

Una final de récords y resiliencia
Alcaraz necesitó cinco horas y 29 minutos, el partido más largo en la historia del torneo parisino para derrotar al número uno del mundo por 4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3) y 7-6(2). La clave del duelo estuvo en el cuarto set, cuando Sinner dispuso de triple punto de campeonato. Lejos de ceder, el español mostró temple y revirtió la situación con una solvencia emocional y técnica digna de los grandes.
Además de romper récords de duración, Alcaraz se unió a un selecto grupo de tenistas que han remontado dos sets en una final de Roland Garros, como Bjorn Borg (1974) o Novak Djokovic (2021). También se convirtió en el tercer jugador en ganar una final de Grand Slam tras salvar puntos de partido, emulando a Gaudio (2004).
Cinco grandes a los 22: una nueva era del tenis
Con esta victoria, Alcaraz suma su segundo Roland Garros consecutivo y su quinto major en total, tras sus títulos en el US Open 2022 y Wimbledon 2023 y 2024. Solo Rafael Nadal y Bjorn Borg han alcanzado tal palmarés siendo tan jóvenes.
Este nuevo capítulo en su rivalidad con Sinner, quien lo había desafiado también en Roma semanas atrás, consolida a Alcaraz como el heredero natural del trono del tenis masculino, destacando por su capacidad de reacción y dominio en los momentos críticos.
Más que una victoria, el triunfo de Alcaraz simboliza una transición generacional. Su capacidad de sobreponerse a la presión, reinventar su estrategia en medio del caos y mantener el enfoque mental es un indicio claro de que no solo estamos ante un gran talento, sino ante una figura que marcará época.