La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó su participación en la Cumbre del G7, que se celebrará del 15 al 17 de junio en Kananaskis, Canadá. Fue invitada como representante especial por el primer ministro canadiense, Mark Carney. La posible reunión con Donald Trump se perfila como uno de los ejes clave de su agenda internacional.
G7 como escenario para el diálogo bilateral con Estados Unidos
Sheinbaum detalló que el día 16 se realizarán reuniones bilaterales con líderes del G7, y el 17 tendrá lugar la asamblea general. Entre sus prioridades destaca un encuentro con el presidente estadounidense Donald Trump, en el que se abordaría el tema migratorio y las redadas recientes en ciudades como Los Ángeles. Otros puntos a tratar podrían incluir la fiscalización de remesas, acuerdos de cooperación y la relación bilateral bajo el nuevo contexto político.
La presidenta viajará en avión comercial rumbo a Canadá, mientras que Juan Ramón de la Fuente se encargará de coordinar los encuentros bilaterales. Además, esta semana está prevista una reunión con el subsecretario estadounidense Christopher Landau, como parte de la agenda diplomática previa a la Cumbre del G7.
México en la geopolítica del G7 bajo nueva administración
La asistencia al G7 posiciona a México en un foro clave de economías desarrolladas sin pertenecer formalmente al grupo. Para Sheinbaum, se trata de delinear el marco de entendimiento con la administración Trump, con la que compartirá tres años y medio de gestión.
El reciente viaje del secretario Marcelo Ebrard a Estados Unidos permitió avanzar en temas económicos previos. Mientras tanto, la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, buscará consolidar acuerdos en materia de seguridad y cooperación regional. Se espera que México aproveche esta plataforma para proyectar una política exterior activa y estratégica.
La participación de Sheinbaum en el G7 representa una oportunidad para reforzar la relación México- Estados Unidos en un momento diplomático sensible. El resultado de sus encuentros marcará el tono de su política exterior en los próximos años.
