Un experimento humano que podría salvar miles de vidas
Durante 18 años, Tim Friede, un ex mecánico autodidacta en toxicología, se expuso voluntariamente al veneno de las serpientes más letales del planeta. Sobrevivió a más de 200 mordeduras y se inyectó 700 dosis, todo con un objetivo audaz: desarrollar inmunidad y, eventualmente, colaborar en la creación de un antídoto de amplio espectro.

El camino hacia un antídoto universal
Friede llamó la atención de la comunidad científica global, particularmente del equipo de Centivax, liderado por Jacob Glanville. En colaboración con la Universidad de Columbia y con apoyo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), su sangre fue utilizada como materia prima para diseñar un antiveneno revolucionario.
Este cóctel experimental:
- Combina tres componentes clave: dos anticuerpos humanos y un inhibidor de toxinas llamado varespladib.
- Ofreció protección total en ratones contra 13 especies de serpientes elápidas (como cobras, mambas y taipanes) y parcial contra otras 6.
- Supera las limitaciones de los antivenenos tradicionales, que dependen de anticuerpos animales y son especie-específicos.
El objetivo final: evitar identificar la especie antes de aplicar el tratamiento y reducir drásticamente las más de 100,000 muertes anuales por mordedura de serpiente, especialmente en regiones rurales de bajos recursos.
Friede no solo buscaba inmunidad personal; su motivación evolucionó hacia el altruismo. Hoy, el antídoto avanza hacia ensayos en perros en Australia, paso previo a su aplicación clínica en humanos.
Aunque expertos como el doctor Adolfo de Roodt advierten que aún no existe un antídoto completamente universal, reconocen que este enfoque abre una vía científica sin precedentes.
La historia de Tim Friede refleja una convergencia insólita entre riesgo extremo y avance médico. Su cuerpo se convirtió en campo de pruebas; su sangre, en una herramienta para transformar la salud pública global. Aún resta camino por recorrer, pero el desarrollo de un antiveneno universal parece, por primera vez, una meta alcanzable.