Más que compañía: una decisión con responsabilidad
Adoptar o adquirir una mascota transforma el hogar, pero también exige compromiso. La tenencia responsable significa cubrir las necesidades físicas, emocionales y sociales del animal durante toda su vida, que puede extenderse de 10 a 15 años.

Esto implica mucho más que afecto: requiere conocimiento, previsión y disposición para actuar con conciencia. Las consecuencias de una tenencia inadecuada pueden incluir enfermedades prevenibles, problemas de comportamiento, abandono y riesgos para la salud pública.
Acciones esenciales para el cuidado responsable
Para garantizar el bienestar de un perro o gato en casa y en sociedad, es necesario:
- Proveer una alimentación adecuada y agua limpia
- Realizar chequeos veterinarios periódicos y cumplir con el esquema de vacunación
- Estimular física y mentalmente al animal según su especie y edad
- Brindar refugio, espacio seguro y condiciones higiénicas
- Esterilizar para evitar sobrepoblación y reducir riesgos médicos
- Identificar a la mascota con placa o microchip
- Educar y socializar, evitando actitudes agresivas o destructivas
- Respetar las normas comunitarias: recoger heces, usar correa y bozal cuando se requiera
También es importante evitar la humanización de los animales, es decir, atribuirles emociones o necesidades humanas que pueden alterar su comportamiento natural y bienestar.
Educar es prevenir: bienestar animal y convivencia
La tenencia responsable no solo protege al animal, también mejora la convivencia vecinal, previene enfermedades zoonóticas y reduce la sobrepoblación. Según expertos, el abandono y los problemas de conducta son resultado frecuente de decisiones impulsivas y falta de información.
Antes de integrar una mascota a la familia, es clave preguntarse:
- ¿Tengo tiempo y recursos para atenderla todos los días?
- ¿Todos en casa están de acuerdo?
- ¿Estoy dispuesto a cuidar durante toda su vida, incluso en momentos difíciles?
Una mascota no es un juguete ni una moda: es un ser vivo que depende por completo del compromiso humano. La tenencia responsable es una práctica que requiere constancia, empatía y conocimiento. Promoverla es invertir en bienestar, tanto animal como social.