El presidente Donald Trump anunció la imposición de un arancel del 100% a todas las películas extranjeras exhibidas en Estados Unidos. La medida busca frenar lo que él considera una “devastación” de la industria cinematográfica nacional, atribuida a los incentivos fiscales que atraen producciones fuera del país.

Hollywood bajo presión: razones detrás del arancel
Desde su red Truth Social, Trump afirmó que los estudios estadounidenses están siendo seducidos por beneficios ofrecidos en países como Canadá, Reino Unido y Australia. En su opinión, esto constituye una amenaza a la seguridad nacional.
Aunque aún no se detallan los mecanismos de implementación ni si se incluirán series de televisión, el anuncio ya ha encendido alarmas en el sector. La Motion Picture Association estima que la industria generó más de 279 mil millones de dólares en ventas y empleó a 2,3 millones de personas en 2022.
Impactos y reacciones globales
La respuesta no se ha hecho esperar. China, que ya había reducido el número de películas estadounidenses en su mercado —el segundo más grande del mundo—, podría intensificar sus restricciones.
Estudios y distribuidores advierten que los aranceles podrían entorpecer colaboraciones internacionales y limitar el acceso global de producciones independientes y comerciales. Además, la industria local aún se recupera de la pandemia y de huelgas recientes que frenaron rodajes clave.
La decisión de Trump marca una nueva fase en su estrategia proteccionista. Si bien apunta a fortalecer la producción nacional, podría tener efectos contraproducentes en una industria que depende cada vez más de la cooperación global y los mercados internacionales.