El presidente Donald Trump ha firmado una nueva proclamación que restringe el ingreso a Estados Unidos a ciudadanos de 19 países, alegando riesgos a la seguridad nacional. Esta medida afecta total o parcialmente a naciones como Cuba, Venezuela, Irán y Afganistán. La decisión, ya polémica, se implementará el 9 de junio y tendrá excepciones limitadas.

Razones detrás del veto migratorio
Trump justificó la restricción migratoria como respuesta a los “peligros extremos” asociados con extranjeros que ingresan sin controles rigurosos. El detonante fue un ataque en Colorado cometido por un ciudadano egipcio en situación irregular. Según la Casa Blanca, los países vetados presentan serias fallas en verificación y cooperación.
Prohibición total de ingreso:
- Afganistán, Myanmar, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
Restricción parcial de ingreso (visas B-1, B 2, B-1/B-2, F, M y J”):
- Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
La Casa Blanca advirtió que estas restricciones podrán levantarse si los países afectados corrigen sus deficiencias administrativas y de seguridad.
Impacto político y reacciones internacionales
Las reacciones no se hicieron esperar: Venezuela calificó a Estados Unidos como un destino “riesgoso”, y Amnistía Internacional denunció la medida como “cruel y discriminatoria”. Organizaciones civiles han alertado sobre sus efectos en comunidades migrantes y familias separadas. Legisladores demócratas denunciaron que esta política amplía el veto migratorio musulmán de 2017.
Trump también prohibió visas a estudiantes de universidades como Harvard. Las restricciones excluyen a atletas olímpicos y a personas con residencia legal o doble nacionalidad. Expertos advierten que esta decisión podría tensar aún más las relaciones diplomáticas y provocar nuevos litigios judiciales.